Entre los 40 y 50 años de edad, los hombres sufren la crisis de identidad que desequilibra su vida cotidiana y su bienestar
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La crisis de los 40 o de identidad que afecta a los hombres, surge entre los 40 y 50 años de edad. Es el quiebre en el que se dan cuenta de que los años van pasando, no se reconocen como adultos ni tampoco como jóvenes, y eso les afecta en su vida cotidiana y bienestar.
Esto se da en la parte emocional y psicológica. La crisis de identidad, los lleva a empezar a poner sobre el tablero, cuáles fueron las metas que cumplieron y cuáles no. Es también habitual que exista la idea de que no las han cumplido, genera frustración, y el futuro es aquello en el que no pueden proyectar.
Para los hombres, está crisis es una manera de ver como la vida les paso, y su mayor pesar es el correr de los años. Otro aspecto, son los cambios físicos que se le empiezan a presentar en el cuerpo, que los lleva a reflexionar sobre la rutina que siguen día a día.
También, puede existir la idea de que en adelante van a entrar en declive, además de la percepción de estar perdiendo atractivo físico y sexual. Esto genera estrés, cambios de humor, impulsividad y ansiedad
La crisis de los 40, se podría considerar como una fase de duelo de esa pérdida progresiva de la juventud. De igual manera, no afecta a todos los hombres por igual, depende de la estabilidad emocional que se tenga en ese momento y la importancia que se le dé al paso de los años.
En cuanto a que partes se ven afectadas, su vida personal sufre altos niveles de estrés, replanteándose que cosas les son útiles, y que no.
Esto también, se traslada al seno familiar, si es que han formado una familia o una relación de pareja, crecen los niveles responsabilidad y exigencia, los lleva querer cambiar la rutina por completo.
Está crisis en los hombres, hace que se empiecen a revelar intentando cambiar esas cosas que hasta el momento no les molestaba. Por eso, intentan proponerse cambiar su vida a un ciento por cierto, para terminar con ese estancamiento y la falta de emoción, que antes les proveía la juventud.
Para terminar, es necesario que los hombres reconozcan que haber llegado a los 40 o 50 años, no significa que su vida haya terminado. Todo lo contrario, es una nueva etapa de descubrimiento y hay un largo camino por recorrer.
Otro punto importante, es que se puedan plantear nuevas metas, que tengan que ver con está nueva etapa de la vida, o tratar de cumplir aquellas que fueron postergadas.
Es necesario contar con apoyo familiar, especialmente en lo que respecta a la pareja. Desde el lado de la familia y la pareja, hay que entender que están atravesando por una etapa de cambios, por eso, hay que intentar ponerse en el lugar del hombre y ser empáticos con ese nuevo descubrir que les implica esta crisis de identidad.
Si es necesario, se debe acudir a profesionales, para poder tener otra orientación.
La crisis de identidad o crisis de los 40, es algo que los hombres van a transitar. La mejor manera para que esta no les afecte de manera angustiante, es acompañarlo y entender que es el cierre de una etapa y el comienzo de otra.