Partiendo de una arquitectura libre y fluida, Prada verano 2024 para hombres plantea un enfoque que redefine la sastrería convencional
Tomas Avila
Miuccia Prada y Raf Simons son una de las duplas más vanguardistas de la moda actualmente, y eso quedó claro en la colección verano 2024 de Prada. Presentando una propuesta que incluye oversize, accesorios, siluetas rígidas que redefinen el concepto ugly chic de la firma italiana.
Siendo uno de los shows más comentados del segundo día de Milan Fashion Week, Prada verano 2024 plantea una morfología que se establece por sus prendas estructuradas y con una estética técnica, que parece ser ropa de trabajo pensada para la cotidianeidad.
“La camisa es un punto el punto partida, su estructura y detalles se toman prestados como base para transformar todo un concepto de moda masculina y aplicarlo a: trajes, impermeables, piezas deportivas y chalecos para fotoperiodistas”, revelaron desde la Maison.
Así es Prada verano 2024 para hombres
A simple vista, la arquitectura fluida fue un disparador que se estableció, en las prendas y alrededor de cada uno de los modelos en pasarela. Con un total de 49 looks, se propone una libertad absoluta, que se expresó a través de las siluetas fluidas y relajadas.
Además, se creó una fluidez que cuestiona el lenguaje convencional de la sastrería rígida. Poniendo en el centro de atención las cualidades de ligereza y suavidad de los diseños, creando una relación asimétrica entre el cuerpo con cada uno de las piezas.
Por su parte, estas ideas se aplicaron a todos los aspectos más distintivos de la casa: vinchas para la cabeza y anteojos, blazers, shorts, zapatos, aparecen como fragmentos que fueron capturados de una situación en movimiento.
“Esta colección es una construcción reconsiderada, reconstruida. Partiendo de la sencillez, se propone una noción de expansión, amplificando una idea, una paradoja entre silueta y materialidad. El objetivo final es una conciencia constante del cuerpo interior y su liberación”.
Sin dudas, las siluetas se nutren de la sastrería convencional, aunque su estructura se contradice con una flexibilidad intrínseca de la prenda. Con una yuxtaposición morfológica que reconstituye la silueta arquetípica parece ser más frágil y moldeable.
Además, los diseños fueron elevados con maxi bolsos, bolsillos utilitarios, flecos, estampados florales, pieles, plumas, que establecen una sastrería sartorial mucho más híbrida.
En definitiva, esta colección es un reflejo del movimiento dinámico y la transformación constante a la que está expuesta la humanidad.
El set show
Partiendo del concepto de fluidez que parte de que el ser humano vuelve a expandirse, se creó una pasarela repleta placas metal en el depósito de la Fondazione Prada.
¿Lo más destacado del show? Lo novedoso fue que mientras los modelos caminaban en la pasarela, de los costados iba cayendo una especie de slime, que, sin dudas, generaba un atmósfera liberada, fluida y libre.
